Por estos días, y bajo cuidadosos protocolos de bioseguridad, el mundo económico resurge. En el plano local se avanza en la segunda fase, denominada recuperación económica, que corresponde a un proceso que se inició en abril pasado cuando se activó una primera instancia para la reactivación de los sectores tras el confinamiento. El Plan de Desarrollo Departamental, estructurado por el equipo del gobernador Aníbal Gaviria, logró replantearse antes de ser aprobado y en medio de la coyuntura se fortaleció para atender las necesidades de la nueva realidad. Gracias a esto se logró incluir una estrategia llamada Arriba Antioquia enfocada en la recuperación económica y social del territorio que contempla 58 programas transversales para aportar a la generación de empleo y a la productividad de las empresas.
En esta estrategia, además de la Gobernación, participan otras entidades como Comfama, Comfenalco y la Corporación Interactuar. La meta es que con una inversión de $130.000 millones, Arriba Antioquia haya generado 150.000 empleos para el primer semestre del 2021 y fortalezca las microempresas mediante créditos y capacitaciones, atendiendo prioridades para hacer crecer sus ingresos.
Según Daniela Trejo, directora de Internacionalización de la Secretaría de Productividad y Competitividad de Antioquia, la pandemia reveló muchas falencias que tenían las empresas locales en modelos de negocio y en canales de comercialización. Por eso se inició un trabajo de fortalecimiento con el que se acompañó a las empresas para lograr la reconversión, es decir, encontrar otros focos de negocio y generar recursos en otros mercados.
Nosotros articulamos todas las oportunidades de empleo que están generando las empresas antioqueñas para llevarlas a las personas que buscan vacantes. También ayudamos en el fortalecimiento de los emprendimientos nacientes y las microempresas a través de programas de compra local y conexión con proveedores”.
Paola Andrea Mejía, responsable de Empleo y Emprendimiento en Comfama.
Uno de ellos es el sector de la moda, por ejemplo, en el que algunas empresas ampliaron sus líneas de negocio con la fabricación y confección de insumos de protección personal. “Empezaron a hacer batas, gorros y, en especial, tapabocas. Iniciaron por esa urgencia de abastecer regionalmente la red hospitalaria y para el uso masivo de las personas. Hoy ya tenemos cuatro empresas que están incluso exportando estos artículos y nosotros los acompañamos en todo el proceso: desde la implementación de protocolos de bioseguridad hasta capacitarlos en los requisitos del Ministerio de Salud y el Invima para confeccionar estos elementos”, explica la directiva. Según cifras de la entidad el sistema moda es un sector fuerte, que viene creciendo un 2,3% cada año y genera 118.000 empleos formales en alrededor de 18.000 empresas.

Foto: Cortesía Jorge Porras – Antioquia es Mágica
Atraer más inversión
Las condiciones geopolíticas cambiantes y las tensiones comerciales entre Estados Unidos y China, han hecho que un buen número de compañías norteamericanas miren de nuevo hacia Latinoamérica como centro de operaciones, por lo que desde la ACI Medellín se tienden puentes para lograr que Antioquia sea considerada como un destino de inversión. Su directora, Eleonora Betancur, explica que por cada peso que se invierte en la ACI Medellín, la ciudad recibe un retorno de 261 pesos por la inversión extranjera directa y 7 pesos en proyectos de cooperación.
Para el cuatrenio 2020 – 2023 se dispuso de recursos por el orden de $12.000 millones y se espera reportar al fin del periodo unos US$850 millones en inversión extranjera. Además, desde la entidad se han gestionado canales de cooperación internacional con países como Emiratos Árabes. España, China y Corea, que han enviado importantes donativos de pruebas para COVID-19 y elementos de bioseguridad.
Sectores como el de la moda encontraron oportunidades en la confección de insumos de seguridad y el agro también pudo acceder a nuevos mercados en Europa y Asia. Al menos en comercio exterior, el panorama luce prometedor.
Esperanza en el turismo y desafío para pymes
Desde la Gobernación de Antioquia los esfuerzos se centran principalmente en cuatro frentes: ciencia, tecnología e innovación; desarrollo sectorial y proyectos productivos; internacionalización y una línea en especial dedicada al turismo (uno de los sectores más golpeados debido al cierre total que sufrieron por cerca de 6 meses), a través de un programa llamado Antioquia es Mágica, estrategia que se lanzó a finales de abril y que busca impulsar el turismo en las diferentes subregiones del departamento a partir de la gastronomía, la historia y el urbanismo como principales atractivos.
De acuerdo con Claudia Márquez, primera dama de Antioquia y una de las impulsoras del proyecto, lo que se busca es fomentar que los visitantes conozcan municipios que tradicionalmente no han sido turísticos, pero que tienen atractivos. Este año el programa empezó a trabajar con 20 municipios desde la viabilidad y el potencial y ya fueron intervenidos físicamente algunos como Venecia, parte de Turbo, Puerto Berrío, Santo Domingo y Cisneros. Hoy los trabajos avanzan en el municipio de San Vicente. En todos se trabaja en reformas de infraestructura, de embellecimiento y promoción del destino.

Foto: Cortesía Jorge Porras – Antioquia es Mágica
“La reactivación ha hecho que los antioqueños empiecen a consumir local y a viajar en el territorio. Como hemos hecho promoción de estos nuevos municipios, ya se han notado los cambios. Por ejemplo en Venecia ha habido una explosión gastronómica y con los restaurantes estamos haciendo incluso por concurso público una labor para crear un plato identitario que se convierta en el plato típico del Municipio”, acotó Márquez.
La primera dama adelantó que se avanza en una investigación en conjunto con la Universidad de Antioquia, el Cesde y el Colegio Mayor, para identificar los platos típicos de Antioquia y crear un mapa culinario, dentro del cual aparecerán referenciados los restaurantes de cada municipio y su especialidad. Además, junto a la Asociación Hotelera y Turística de Colombia (Cotelco), se están interviniendo y formalizando fincas en diferentes regiones que están dispuestas a hospedar huéspedes, ofrecerles experiencias agrícolas reales y comida campesina. Se busca generar experiencias auténticas para el turista, además de dignificar el campo y enorgullecer al productor.

Foto: Cortesía Jorge Porras – Antioquia es Mágica
Datos del Comité Intergremial de Antioquia evidencian que toda la cadena del turismo apenas se ha recuperado entre un 10 y un 12%. Se estima que se han perdido cerca del 80% de empleos producto de esta actividad.
Con respecto a las pymes, el director del Comité Intergremial, Nicolás Posada, describió el difícil camino que ha recorrido este conglomerado durante la pandemia que representa cerca del 90% del tejido empresarial antioqueño y que, según los análisis, al mes de marzo cuando inició esta situación, solo contaban con un capital de trabajo menor a 30 días. “Esto los llevó a cerrar y ha sido difícil acceder a los créditos y subsidios que ofreció el Gobierno porque esos dineros se llevan al sistema bancario y cada institución tiene sus propias políticas de riesgo. Se han dado discusiones sobre el tema y realmente en el momento no hemos tenido un gran avance respecto a eso”, expuso el directivo.
Con Arriba Antioquia la Gobernación quiere reactivar la economía a través de la obra pública con proyectos de infraestructura vial, vivienda, medio ambiente, de agroindustria y de tecnología en el departamento.
El agro explora salidas
Comparado con 2019, este año ha sido de altibajos para los productores agrícolas en el departamento dado que, al menos en cifras de exportaciones, al sector no le fue del todo mal. Según la Secretaría de Productividad y Competitividad, productos como la gulupa incluso han tenido un crecimiento del 24%, se activaron nuevos mercados como Holanda para el aguacate hass y se nota un gran potencial para otros como la uchuva, el mango y los cítricos.
Desde la cartera, explican que lo que se ha hecho es poner a disposición plataformas comerciales para unir la oferta y la demanda. También se llevaron a cabo dos ferias para la exportación donde se conectó a productores de todas las subregiones del departamento y se realizaron capacitaciones enfocadas en las certificaciones de calidad. Esto sirvió para actualizar a muchos empresarios en sellos de calidad, certificaciones y demás por lo que se prevé una reactivación positiva durante el 2021.

Por otro lado aparece la floricultura, otro subsector del agro que no tiene que ver con alimentos, pero que es sensible en el departamento ya que genera unos 15 mil empleos directos, 2.500 indirectos y alrededor de US$1.400 millones anuales en exportaciones. Marcos Ossa, director de la Asociación Colombiana de Flores, señaló que en el trimestre de marzo, abril y mayo de 2019 las exportaciones desde Antioquia alcanzaron unos US$78 millones, mientras que en 2020 esa cifra disminuyó US$50 millones.

Foto: Cortesía Jorge Porras – Antioquia es Mágica
“Hemos logrado una recuperación interesante para octubre y noviembre, pero ahora tenemos un problema con aerolíneas porque disminuyeron su capacidad de carga para enfocarse en la exportación de materiales médicos, mermando la capacidad aérea. Sin embargo el sector se ha ido normalizando poco a poco, estamos en una curva ascendente con incertidumbre pero buenas perspectivas para fin de año”, señaló Ossa.
El sector floricultor es uno de los más tecnificados del agro en Antioquia. Municipios como Rionegro, Marinilla, El Carmen de Viboral, La Ceja y la Unión reciben gran bienestar de parte del sector que opera bajo todos los requisitos de Ley, pues la contratación no se realiza por cada cosecha sino que produce durante todo el año, de manera formal.
Además del aguacate hass, los cítricos, la pasiflora, el cacao y el tradicional café, Antioquia le apuesta al cultivo de plantas de cannabis psicoactivo, y cuenta con el 17,2 % de las licencias otorgadas en el país por el Ministerio de Justicia y de Derecho. De hecho Colombia es líder en la regulación y producción de cannabis con fines científicos y medicinales y su cultivo se ha impulsado gracias a los menores costos de producción, disponibilidad de mano de obra, experiencia y talento cualificado para la investigación.